Desde la aparición de la tecnología NFC (Near Field Communication), hace casi 10 años, uno de los servicios que más se ha puesto como ejemplo de uso por parte de los fabricantes es el pago en tiendas físicas a través de los teléfonos móviles usando esta tecnología.
Es cierto que durante los últimos años cada vez existen más iniciativas al respecto, tanto realizadas por operadoras de telefonía en todo el mundo, como por las entidades financieras. Todas ellas aunque sirven para que poco a poco se vaya conociendo progresivamente por los usuarios, ninguna ha llegado a destacar por su penetración en el mercado ni por su volumen de uso, siendo estas más bien acciones de pilotaje y marketing para que a ningún directivo le puedan decir que por qué su empresa no está avanzada en estos temas.
La llegada hace unos meses de Apple Pay ha sido todo un revulsivo para el sector (incluido para el todo poderoso Google que aún no ha llegado a buenas cifras con su Google Wallet que puso en marcha en el año 2011 aunque sólo en EEUU), no porque Apple haya inventado algo, ni porque lo haga de forma abierta para que todo el mundo pueda adherirse (sino todo lo contrario), sino por la gran capacidad que tiene Apple para que sus seguidores quieran a toda cosa los terminales y servicios que ofrece y toda la repercusión mediática que gira alrededor de la empresa de la manzana. Además toda la industria relacionada con NFC lleva años esperando la noticia de que Applet adoptada la tecnología y por fin lo ha hecho (aunque actualmente limitada sólo para Apple Pay y sin posibilidad de uso para otros servicios).
Los primeros meses del servicio no han estado libres de problemas, pero según los datos publicados por MacRumors, el servicio ha tenido una buena acogida y un porcentaje de uso importante, siendo 1% de todos los pagos móviles realizados en EEUU, teniendo en cuenta que lleva muy pocos meses y que sólo funciona con los nuevos terminales iPhone 6 y iPhone 6 plus.
En España hay iniciativas de casi todas las entidades financieras (Sabadell, La Caixa, Santander, BBVA…), y de algunos de los operadores principales de telefonía como Vodafone, pero el servicio no acaba de penetrar en el mercado.
Personalmente creo que hay diferentes factores que influyen en que aún no se haya puesto en marcha de forma masiva:
- Falta de acuerdo entre las operadoras y las entidades financieras para almacenar las tarjetas de crédito/débito en la SIM
Si este acuerdo hubiese llegado, el pago móvil hubiera estado hace ya varios años, pero las altas comisiones que quieren aplicar las operadoras, y la resistencia de las entidades a dar parte del pastel, han derivado en la búsqueda de medios tecnológicos alternativos para el uso de un elemento seguro donde almacenar las tarjetas.
A continuación os resumo los medios alternativos a la SIM más utilizados cada cual con sus beneficios y problemas:
· Almacenamiento en un chip seguro del propio teléfono (tipo Apple Pay o el Samsung Pay que se está rumoreando tanto los últimos meses). Esto tiene problemas de penetración ya que la solución es para una marca específica y no puedes extenderlo en el mercado.
· microSD específicas. Esto aunque solventa el problema del acuerdo con las operadoras, no puede extenderse a todos los usuarios ya que muchos teléfonos no permiten microSD y además tienen un coste muy alto para las entidades financieras.
· Host Card Emulation (HCE). Es un estándar incorporado por Google en Android 4.4 (KitKat), que permite que las tarjetas se almacenen en la nube y no en el propio dispositivo.
Este sistema puede solventar algunos de los problemas anteriores con las microSD o las tarjetas en un chip seguro del propio teléfono, pero aún le falta una madurez completa y que los terminales Android vayan actualizándose a las últimas versiones del sistema operativo (4.4 o 5.0).
Hay otras alternativas como el pegar un plástico al teléfono móvil, pero personalmente no lo considero pago móvil sino un “apaño” para salir del paso y poder decir que se tiene pago móvil.
- Falta de estándares
Como he comentado, se barajan muchas opciones para ofrecer este servicio, pero son todas propietarios de unos u otros.
Si la industria se sentase y se pusiera de acuerdo, se podría adoptar un estándar que pueda aplicarse en todos los entornos móviles: Android, IOS, Windows…, lo que permitiría que el servicio se extendiese mucho más rápido y además los usuarios no tendríamos que estar ligados a una marca de terminal o un tipo de teléfono móvil.
Si actualmente ya es un drama cambiar de teléfono móvil, ¿os imagináis teniendo que dar de baja las tarjetas de crédito y aprendiendo la forma de cómo pagar con el nuevo teléfono?
- Desconfianza del consumidor
Aún existe mucha desconfianza a este tipo de pagos por la cantidad de soluciones diferentes existentes que una persona puede ver en las noticias cada par de meses.
Personalmente creo que el pago móvil cada día va a ir creciendo más y más, y en un par de años todos podremos pagar con nuestros teléfonos móviles, pero en este periodo aún surgirán muchas iniciativas diferentes, así que espero que en algún momento todo se pueda estandarizar por el beneficio de todos: Entidades financieras, Operadoras, Fabricantes de teléfonos móviles y sobre todo por las personas para que no nos volvamos locas con usos diferentes en cada sistema.